Mucho se habla hoy de Cultura Organizacional como un aspecto esencial dentro de la gestión de las organizaciones. Existen variadas definiciones, con diferentes matices, sin embargo, todas se relacionan con la construcción de una "Identidad Corporativa", es decir, quiénes somos, qué elementos nos caracterizan y qué imagen proyectamos hacia nuestras audiencias claves.
Desde nuestra experiencia, en la mayoría de las empresas, este ámbito se presenta cómo “resuelto”, argumentando que está por escrito y comunicado a través de los valores, visión y misión a todos los colaboradores.
Sin embargo, a partir del relato y las conductas observadas de cada trabajador perteneciente a una organización determinada, nos hemos dado cuenta, de que esta característica diferenciadora no se encuentra del todo aprehendida, ya que cada colaborador lo interpreta o lo percibe de manera diferente, atribuyéndole características y un lenguaje propio.
Por otra parte, las organizaciones muchas veces no cuentan con una estrategia comunicacional que se trabaje de forma permanente, para generar y reforzar comportamientos y hábitos que identifiquen a las personas. Lo anterior es una herramienta fundamental para establecer y vivir la cultura organizacional como una personalidad única e inimitable, que sea reconocida por todos los actores, tanto internos como externos como un elemento diferenciador.
El hecho de no tener claramente establecida una cultura propia podría aumentar la dificultad para establecer nuevos comportamientos y procesos de cambios que generen confianza y seguridad en los colaboradores para cumplir con los objetivos estratégicos.
A partir de lo anterior, nuestra preocupación hoy es que previo a cualquier necesidad de intervención o gestión en Desarrollo Organizacional, es imprescindible contar con la definición de una cultura, construida y permanentemente gestionada por la organización, con el fin de evitar inconsistencias respecto a la imagen que proyectamos, siendo esencial la comunicación y cómo ésta logre transmitir a cada una de las personas, lo que realmente somos y nos diferencie de otras organizaciones.
De este modo, sobre las bases de una cultura conocida, propia y única, se podrá realizar una gestión consistente en todas las áreas de su competencia, estar preparadas para posicionarse y diferenciarse en los grandes cambios que hoy exige el medio.
Equipo C&R Group
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